Capitulo 10 – «La historia no se detiene»

“La historia no se detiene”

Caracas. Enero 2019

Junio 2009. El avión Caracas-Roma está listo para despegar. Pero falta un detalle, no compre un boleto ida y vuelta. Me dicen de bajar del avión. Me pongo un chaleco amarillo y camino hacia los maleteros. El militar abre mi maleta, se sorprende al ver que está llena de libros sobre Chávez. El hombre cumple las órdenes. Verifica si no hay cocaína escondida entre las paginas, y me pregunta sonriendo.

  • “¿Por qué usted lleva tantos libros sobre nuestra Revolución?”.
  • “Ayudo a mi amiga que escribe su doctorado de ciencia política sobre la recepción de los discursos televisivos del Comandante. Ella no pudo volver a Francia con tantos equipajes.”

Clementine vivió un año en el barrio popular de Sarria en 2006, cerca de mi casa, para realizar su maestría en ciencia política, y luego volvió varias veces a Venezuela para continuar sus investigaciones. Obtuvo su doctorado en la Sorbonne en 2014. En ese entonces, vivíamos la misma angustia. ¿Como transformar un objeto de estudio tan potente, luego de la muerte de Hugo Chávez? ¿Como contar su trascendencia histórica, cuando fuimos testigos de su vida y nunca imaginábamos este desenlace inesperado, como lo hicieron O’Leary y Perú de Lacroix con Bolívar?

  • Por qué usted compro un boleto de ida solamente?
  • Porque voy a viajar a Italia, la tierra de mis antepasados, y luego iré a Paris.  
  • ¡Vuelva pronto señorita! nuestra Patria la necesita, me dice el militar sonriendo.

Camino de vuelta hacia la escalera del avión…De repente, llegan a mi mente las imágenes de los inmigrantes africanos obligados a tomar un avión para ser expulsados hacia su país de origen, rodeados de turistas. Esta imagen violenta es una cruel realidad. Pero también, recuerdo a los turistas franceses que rechazan el despegue del avión para oponerse a la violencia de los policías. Se levanta uno, luego otro, y uno mas…La mitad de los pasajeros están de pie. No tienen chalecos amarillos. El inmigrante baja del avión, no volverá a África bajo la fuerza. Es la historia de Souleymane Bagayogo (Le Combat d’un sans-papiers. Éditions Le temps des Cerises), convertida en película. (La France qui se lève tôt: https://www.youtube.com/watch?v=FQwozF8lABQ&feature=youtu.be).

En la Venezuela de 2019, es el mundo al revés. El presidente tiene que rescatar a los inmigrantes venezolanos victimas de xenofobia en Ecuador. Huyeron desesperados como mis hermanos de África, pensando encontrar un Eldorado. Conocieron otra realidad, una realidad violenta: el rechazo del otro, del paria, del pobre.

…Vuelvo a mi realidad de este día de junio 2009. Estoy rodeada de turistas venezolanos. Me quito el chaleco amarillo, tomo mi asiento. El avión puede despegar. Acabo de conocer a Sabino Romero y su familia, en un momento complejo de mi vida, cuando siento que tal vez me espera otro destino, en otra tierra. Siento que no vivo la revolución desde adentro, mi rol de corresponsal me obliga a mantener una distancia, que cuestiono cada día mas. La crisis financiera mundial de 2008 impactó a Venezuela. Amanecemos con la resaca. Un barril en 60 dólares, un recorte en gastos públicos, nuevas tierras campesinas recuperadas, un plan productivo en marcha, una cumbre climática de Copenhague en preparación…y Sabino en la cárcel. Sabemos de donde venimos, aun no sabemos hacia donde vamos. ¿“Reforma o Revolución” se pregunta Amílcar Figueroa? “Históricamente crisis como ésta, han dejado abiertas posibilidades de avance en las revoluciones sociales; pero también el sistema de dominación ha mostrado hasta la saciedad su capacidad de recomponerse, o lo que es aun peor, cuando no se han resuelto en sentido revolucionario, han sobrevenido contraofensivas. El surgimiento del fascismo en Europa es un ejemplo claro de ello. De ahí la sabiduría con que los movimientos revolucionarios deben manejarse en situación como las que hoy vivimos”. “La historia no se detiene”, concluye el entonces diputado.

La lucha para visibilizar el conflicto de los Yukpa, me permite reencontrarme conmigo misma. En el 2000, Cuba parecía estar en coma en los últimos años del periodo especial. Volvió a oxigenarse gracias a la solidaridad de Venezuela. 10 años después, la patria de Bolívar vive las contradicciones de todo proceso revolucionario, con una variante, es un país petrolero. Es el momento idóneo para profundizar mis conocimientos. La lucha de los Yukpa pone en relieve dos facetas de la revolución, que pueden entrar, o no, en contradicción : la necesaria y eficaz reforma agraria para lograr la soberanía alimentaria y el modelo de desarrollo agroecológico, como alternativa a la explotación minera, para pensar la sociedad del vivir bien. Antes de 2009, vivíamos el tiempo de las cerezas, el amor comunero, sin preocuparse por las mañanas decadentes. Mis amigos y amores, viviendo la ilusión lirica al ritmo de la salsa, en los bares del barrio de Bellas Artes, hoy, en 2019, crecen en la resistencia.

El avión aterriza a Roma. Paso algunos días en la capital, feliz de descubrir el Coliseo y las ruinas del imperio romano, antes de viajar a Milano, donde me espera mi amiga venezolana Ivelice. Compro el boleto mas económico. Paso seis horas de noche en un tren con mis hermanos africanos. Con mi amiga, descubrimos Milano a bicicleta, y luego vamos a conocer Venecia. El tren pasa por Brescia, ciudad donde se amontonan los inmigrantes africanos. Para huir de los turistas, caminamos de noche en las calles de la ciudad del amor. Me despido de mi amiga, y tomo un tren de gran velocidad Milano-Paris. El viaje empieza tranquilamente, me estoy durmiendo. De repente, una voz me despierta violentamente. “¡Pasaportes!”. Entrego mis documentos. Pienso en mi bisabuelo, nacido en Torino en 1890, quien llegó al sur de Francia de niño con su familia. Lo imagino, hombre humilde, trabajador, en la víspera de la primera guerra mundial. Su primer hijo, mi abuelo Pepe, nace. Es francés porque nació en Francia, pero de nombre italiano: Savino. “Un día, conoceré al Piedemonte italiano, tan cerca de mi Suiza materna” pienso antes de volver a encontrar el sueño, aquietada por el ruido del tren. Me alejo de mis raíces, donde la polenta, hecha con maíz, es la arepa de los pobres de Italia.

Capitulo 9 – «Si Pepe supiera que estas escribiendo en l’Humanité, ¡estaría orgulloso de ti!”

Caracas. Mayo 2018

Camino en París por las calles de mi infancia, en marzo de 2017, siguiendo los pasos de Willy Ronis, con mi cámara y mi libro Belleville-Ménilmontant en las manos. El fotógrafo recorrió este barrio de clase trabajadora entre 1947 y 1948, fascinado por sus habitantes, humildes trabajadores, restauradores de sillas, zapateros, jugadores de petanca, bebedores de buen vino en el «El descanso de la montaña». Cada vez que miro la portada del libro, me imagino que el hombre que camina en el fondo es mi abuelo. Jean-Baptiste Savino, militante de la CGT, Confederación General de los Trabajadores, conduce el tren “La pequeña cintura”. Regresa todas las noches del trabajo con el periódico l’Humanité y compra la revista editada por el partido comunista «Pif, el perro» para sus hijos. Mi abuela, conserje y costurera, mira con cariño a mi padre dibujando en el borde de la nevera. Él ya tiene talento. Sus padres lucharán para que pueda cumplir su sueño: estudiar en una prestigiosa escuela de arte. Pertenece a la generación del baby-boom de la posguerra, que construirá las barricadas en mayo de 1968. Nacido en el distrito 20 de París, creció en Pierfitte, un suburbio de clase trabajadora. «Si Pepe supiera que estas escribiendo en l’Humanité, ¡estaría orgulloso de ti!”, me escribió mi padre después de leer mi primer artículo sobre la construcción del Estado Comunal en Venezuela, en junio de 2017. No tuve el privilegio de escuchar a mi abuelo contarme sus años de activismo laboral. Tengo 14 años cuando muere, todavía soy un poco joven para entender el significado de la lucha de clases.

En la década los 70’s, mi madre lucha junto al MLAC, el Movimiento por la Libertad de Aborto y Contracepción. Practica abortos clandestinos en condiciones saludables, después de haber recibido entrenamiento médico, a diferencia de «las hacedoras de ángeles», a quienes se les paga para realizar interrupciones voluntarias del embarazo con agujas de tejer. En 1974, ella y sus camaradas celebran la legalización del aborto. Hoy, las mujeres venezolanas luchan por el derecho al parto humanizado. María León, una ex guerrillera, figura del feminismo en Venezuela, asiste a talleres de capacitación para parteras en los barrios pobres de Caracas. Este derecho a decidir de dar la vida o no, es el derecho a disponer de su propio cuerpo. Mi madre milita con la izquierda maoísta. Los jóvenes «maoístas» lideran la lucha en varios frentes: denuncian, entre otros, las condiciones de vivienda en los hogares o en los barrios poblados por los trabajadores migrantes, y llevan a cabo campañas de alfabetización a trabajadores extranjeros. Mi padre pinta caricaturas en el periódico satírico Hara-Kiri, dibuja con tiza en la calle. A finales de 1970 también caricaturiza en las revistas «Palabras de hombres” o «tipos», cuyo compromiso se basa en el cuestionamiento de las normas de género y la negación de la conducta opresiva hacia las mujeres.

Manifestación a favor de la despenalización del aborto. Junio 2018. Foto Angèle Savino.

Mi hermano, marcado por la llegada del tío Mitterrand al Palacio del Elíseo, manifiesta en contra de la ley Devaquet en 1986 sobre la reforma de las universidades francesas, cuando la derecha dirigía la Asamblea Nacional. Cuando las Compañías Republicanas de Seguridad (CRS), lanzan los gases lacrimógenos directamente hacia los manifestantes, uno pierde un ojo, el otro una mano. Uno de sus amigos más cercanos es golpeado en la cara, a su lado. No muere, pero queda traumatizado para siempre. Mi hermano está invitado al día siguiente en el set del programa de televisión «Derecho de respuesta», donde pide un minuto de silencio para los heridos.

El ministerio de Interior Charles Pasqua envía las CRS para reprimir al pueblo alzado, montados en motocicletas. Un policía conduce, el otro matraquea. Una noche pegan a muerte un estudiante, Malik Oussekine. El ministro de Educación Superior Devaquet tiene que renunciar. Veinte años después de su muerte, se erigió una placa en su memoria en el cementerio del Père Lachaise. El texto dice que fue asesinado, pero no precisa que fue un crimen cometido por policías. Esta tragedia inspiró el cineasta Mathieu Kassovitz, director de la película El Odio. Luego, milita en la unión estudiantil UNEF, en la Universidad de Tolbiac. Esta universidad, que hoy levanta nuevamente las banderas de la revuelta, junto a los trabajadores ferroviarios.

Cuando surgió el movimiento estudiantil, en rechazo al fin de la concesión de RCTV, pensé que el mundo estaba al revés. Las marchas estudiantiles siempre habían sido marchas de izquierda desde la caída de Pérez Jiménez. Esta vez, los estudiantes no se rebelaban contra el poder establecido de la derecha sino que, apoyada por este mismo poder, querían preservar uno de sus últimos bastiones : la Universidad elistista. En 2011, Los estudiantes chilenos despertaron de la pesadilla de Pinochet. “¡Si no nos dejan soñar, no vamos a dejarlos dormir!” gritan los bravos del Sur. Marchan y marchan y volverán a marchar. En Colombia, el movimiento estudiantil no fue tan mediatizado, la guerra lo invisibiliza. Pero después de más de un mes de huelga de 32 universidades, los jóvenes lograron que se retirara el proyecto de reforma educativa, de marcada tendencia privatizadora. «¡Alerta! la esperanza se toma las calles», claman los bravos neogranadinos. “¿Cómo un estudiante puede valer 3 millones de pesos anuales y un soldado 18?”, se preguntan. ¿Los estudiantes podrían ser los verdaderos mediadores del conflicto? ¿Sus sueños podrían legitimar el renacer de una sociedad de iguales?

“Seremos como el Che”, decían los pioneros en las escuelas de la Habana. El 25 de junio de 2000 pisé Cuba por primera vez. Quería observar una revolución descrita en Europa como un paraíso socialista o un infierno tropical. Dos días después, regresaba Elián González. Yo iba a trabajar en los campos con las brigadas guevaristas. No había seguido de cerca la pugna entre Miami y La Habana, pero fui espectadora de un renacer de los valores patrios en pleno periodo especial. Durante este verano recorrí toda la isla, donde descubrí tres juventudes. La juventud del partido comunista, la juventud desesperada que soñaba salir del país en balsas, y otra juventud, crítica, que estudiaba y pensaba en cómo renovar la Revolución en plena crisis. Me preocupaba escuchar niños declamando discursos de adultos en las tribunas antiimperialistas. No entendía que Fidel Castro utilizara este renacer patrio espontáneo para reimpulsar la Revolución en las aulas. Volví a Cuba, trabajé en el periódico Granma Internacional, e hice mi tesis de Ciencias Políticas sobre la educación y la juventud cubana. Una tesis crítica sobre una revolución que parecía haberse quedado en un limbo. Todavía no conocía la triste realidad del continente sometido al capitalismo.  

Durante la huelga de ferroviarios de diciembre de 1995, estoy estudiando en el liceo Victor Hugo, camino con los activistas de la Federación de Estudiantes de Secundaria, la FIDL. Es el invierno, los conductores de tren se calientan alrededor de los neumáticos que arden. Tienen frío, resisten durante un mes interminable, como los refugiados bajo las tiendas de campaña en el barrio de Stalingrad, hoy. El 8 de enero de 1996, Tío Mitterrand muere. Puse una rosa en su tumba. Había marcado mi niñez. Diez años después, me mudo a Venezuela. Desde la patria de Bolívar, observo la primavera de los estudiantes franceses en contra del CPE, el Contrato de Primera Contratación. Los jóvenes que tomaron la Universidad Central de Venezuela en 2001, se interesan mucho por el movimiento estudiantil en Francia. Aquí, nos esforzamos por transformar la universidad elitista y eurocentrista, me explican. Luchamos para descolonizar la educación en las escuelas. ¿Los sujetos de la educación son los profesores, los alumnos, o todos? “No es solamente el problema de la gratuidad sino de la pertinencia social de la Universidad. No podemos seguir formando ingenieros para construir carritos de Formula 1 cuando las casas de nuestros barrios se están cayendo, o médicos para enviar a España. El presupuesto de las universidades constituidas es exorbitante, en relación a las universidades que se constituyen.”, me responde un estudiante de filosofía en el 2011. 

«La élite es el Pueblo, viva la sexta República» Manifestación de la Francia Insumisa, Plaza de la República, 18 de marzo 2017. 147 años después del inicio de la Comuna de París. Fotos Angèle Savino.

El 22 de marzo de 2018 comienza el movimiento de huelga general ilimitada en Francia. El tiempo de las universidades populares y las ocupaciones de las fábricas es permanente, en Francia y en todas partes. Los medios dominantes utilizan el término «huelgacultor», inventado por el fascista Le Pen en 1995, burlándose de los valientes trabajadores del ferrocarril que luchan por salvar el servicio público ferroviario, amenazando con estar abiertos a la competencia, Los insumisos reaccionan. Los insumisos no solo son los que se ponen en huelga, marchan en la calle y gritan su rebelión, sino también los que quieren unirse a la lucha, pero siguen siendo sometidos a la dominación del capital en silencio. Cuanto más fuerte es la voz, más se apaga el silencio. 50 años después de mayo de 1968, sigamos defendiendo los derechos por los que lucharon nuestros antepasados. “La historia enseña a los hombres la dificultad de las grandes tareas y la lentitud de los logros, pero justifica la esperanza invencible. La historia humana no es más que un esfuerzo incesante de invención, y la perpetua evolución es una perpetua creación », dijo Jean Jaurès.

Capitulo 8 – Golpe de Timón a la izquierda. 

Paris, 14 de abril 2017

Valparaíso, 11 de abril de 2002. Estoy en el balcón de una casa desde donde se ve el puerto, en el corazón del «Cerro Alegre». El hombre que me está alquilando una habitación, un comerciante reaccionario, de cincuenta años, con el cabello gris, me llama y me dice: «mira tu pana, los militares le dieron un golpe !». Vuelvo a mi habitación, triste, confundida. No conozco bien a Chávez, pero siento que es un buen hombre. Sé que una revolución está naciendo. Y de repente, el black out. Nada más. Las imágenes oficiales: «Tenemos un nuevo presidente». Todavía no me doy cuenta de la gravedad de la situación. Regreso a la universidad. Los estudiantes de historia están en huelga. Deben endeudarse durante años para pagar su educación.
Acabo de pasar una semana en Argentina golpeada por la crisis. Crucé los Andes nevados, descubrí Buenos Aires e Iguazú. Las personas que me dan la cola me hablan de su desesperación frente a la crisis. Néstor Kirchner prepara su llegada para sacar a Argentina del abismo. Los estudiantes de Mendoza también se están organizando para reencontrarse con el tiempo de las Universidades Populares. A unos pocos pasos de mi casa, en el «Cerro Cordillera», los jóvenes están reunidos en un edificio auto-gestionado, la «Población Obrera”. Un poco más alto, la casa de Neruda, el poeta de la «primavera inexorable».

Entrada del cine histórico Le Louxor, barrio popular Barbés. Foto Angèle Savino Abril 2017

13 de abril de 2002. El hombre está mirando CNN. Me llama. «Angele, tu amigo, volvió! Corro hacia el televisor. Mi corazón se acelera. Veo imágenes de fervor popular. Estoy feliz. Un profesor de historia contemporánea nos habla acerca de la Revolución mexicana. Lo escuchamos apasionadamente leyendo la novela «Los de Abajo». Otro maestro de derecha dicta sus clases sobre las guerras de la independencia. Habla de una revolución violenta en Venezuela y nombra a un cierto Simón Bolívar, pero sin pasión. Su papel : contar la historia de la restauración conservadora, la de los «ganadores». Pero, ¿qué ganadores, aquellos que explotan a los indios, los negros, los campesinos y los trabajadores?

Francia duerme, no ve el peligro acercándose. Está demasiado acostumbrada a los duelos sin interés, de los que defienden sus intereses, el del capital, el «trabajo robado» según Auguste Blanqui. Un fascista apenas visible al nacer, continúa con su ascendencia. Me aconsejan votar por el partido socialista, votar útil, estoy lejos, tampoco veo el huracán fascista acercarse, voto para el partido ecologista. El 21 de abril, estoy frente al televisor. Golpe de Estado. Recibo un golpe en la cabeza. Mi estado se parece a un charco de agua : las lágrimas no dejan de correr.

En esta pared de una calle de París, barrio 20, vi esta foto de un hermano indocumentado, al lado de un sol. Dibujemos soles para espantar al fascismo!
Foto Angèle Savino. Abril 2017.

13 de abril de 2017. Estoy en Francia, «por ahora», por el momento. La hora de volver a Venezuela, donde vivo desde más de 11 años, se acerca. El día 11, la luna llena ilumina el sur de Francia, un viento revolucionario sopla mi regreso a París. El día 12, estoy en la calle Tandou (Tandulce), en el barrio 19 de París, entre el número 11 y el número 13, 15 años después de la caída de Chávez anunciada por los medios de comunicación. Por la noche, deambulo por la avenida Jean Jaurès, el fundador del periódico l’Humanité. El día 13, busco la esperanza en el barrio popular de Barbés.

No pronuncio el nombre de la mujer cuyo padre luchó contra los argelinos del Frente de Liberación Nacional (FLN) en resistencia. Veo la preocupación de las caras mestizas en las calles. Pero también veo gente sonriendo, cada vez más sonriente, porque un hombre, a él sí lo nombro, Jean-Luc Mélenchon, reclama el derecho a la felicidad. Como el escritor Eduardo Galeano reclamó el «derecho a soñar». ¿ Y el «derecho al delirio» existe en la constitución ? ¿ Es delirante querer darle a la gente el derecho de cambiar el mundo injusto que nos ha impuesto el gran capital ?
Estábamos hablando de resistencia el 18 de marzo, place de la République. En Venezuela, la derecha «resiste». ¿ Resiste a una dictadura ? ¿ Dijeron dictadura ? Es un país donde los campesinos resisten al robo de tierras por parte de los terratenientes. Un país donde los estudiantes adinerados se rebelan contra la educación popular. Un país donde los ricos insultan a los pobres : «¡ Gracias a nuestros impuestos ustedes tienen sus casas !» Y en Francia, el hombre que yo nombro, Jean-Luc Mélenchon, está asociado con el «proyecto delirante» de quien ha restaurado la dignidad del pueblo venezolano. ¿ Es loco querer reescribir la historia del socialismo francés ?¿

No fue el «delirio» de Simón Bolívar en la cima del Chimborazo el más razonable de sus pensamientos ? Hablar al Tiempo es hablar a la Historia. No, Bolívar no es un icono, y Chávez tampoco. El capitalismo los convierte en una imagen para intentar enterrar su herencia. En vano. Son hombres, héroes, confrontados con sus contradicciones de ser humano, conscientes de su fragilidad y su fuerza, que hicieron la Historia de América Latina. Si Bolívar se inspiró en la filosofía de la ilustración para forjar sus ideas, es uniéndose con el pueblo oprimido en rebelión que pudo liberar al continente del yugo español. Si Hugo Chávez citó a Víctor Hugo y distribuyó Los Miserables a los Venezolanos, es el concepto de «Nuestra América», inventada por el héroe de la independencia cubana José Martí, que está en el corazón de la conciencia colectiva sudamericana.

El huracán revolucionario se acerca a las costas de Francia. El heredero de Jean Jaurès piensa que otra Europa es posible. Una Europa que rechaza la dictadura de los mercados. «El universalismo es una epistemología», dijo Wallerstein. «Nuestro norte es el Sur», dijo Joaquín Torres García. Los «locos» Simón Rodríguez y Hugo Chávez nos dicen que el «golpe de Timón», no debe ir a la derecha, como lo muestra la mujer fascista que dice ser la capitana del barco, sino a la izquierda de la izquierda. Vayamos hacia el ALBA, la Alianza Bolivariana de las Américas, mirar el sol amanecer. ¡Larga vida a los días felices!

Manifestación en apoyo a la candidatura de Jean-Luc Mélenchon, Plaza de la República, 18 de marzo 2017. 147 años después del inicio de la Comuna de París. Fotos Angèle Savino.

Capitulo 7 – ¿ Hace falta una nueva rebelión de los excluidos en Francia ?

Venezuela. 25 de mayo 2014

Recuerdo las rebeliones de noviembre 2005, recuerdo este avión que tomé, sin saber que iba a llegar a la tierra de los sueños. Me sentía impulsada por esa necesidad de creer que el “fin de la Historia” era un invento usado para dormir a los Pueblos. El tema sobre el cual me tocó disertar en el Gran Oral de graduación de ciencia-política, podría convertirse en un “Despertar de la Historia”, como cantó el cantautor del Pueblo, Alí Primera?

La crónica de una pesadilla anunciada sigue escribiéndose. El 25 de mayo pasado, en los comicios de las elecciones para el Parlamento Europeo, volvimos a sentir dolor, rabia y impotencia. El partido de Marine Le Pen ganó con 25 % de los votos. Puede pegar con orgullo los afiches “Frente Nacional : primer partido de Francia”. Nuestra indignación debe convertirse en una fuerza para buscar las causas de este cáncer que devora a Europa. Empezó con las periferias, pero el pueblo de España y Grecia está buscando como evitar la metástasis. El eje franco-alemán, con toda la fuerza del acero y el carbón, no resistirá mucho. Y Gran Bretaña, reina insular, se sigue encerrando. Estamos en el túnel de Sábato buscando una luz para salir de este infierno. Y si como lo sugiere Eduardo Galeano, pusiéramos las patas arriba, y empezaríamos a ver el Sur al revés? Como lo hizo Louise Michel, cuando apoyó la rebelión de los Kanak en Nueva Caledonia, en desacuerdo con sus propios compatriotas comuneros. ¿ Hace falta una nueva rebelión de los excluidos en Francia ?

Recordémosla después de la sangrienta represión de 1871 : “Si partiera al negro cementerio hermanos, lanzad sobre vuestra hermana como una última esperanza, claveles rojos en flor abiertos. En los últimos tiempos del Imperio, cuando despertaba el pueblo, clavel rojo, fue tu sonrisa la que nos dijo que todo renacía.”

“El tiempo de las Cerezas” volverá. La Historia de la Comuna de Paris debe ser escrita en los manuales escolares. Esta Historia, nunca me la contaron, pero la viví en carne propia caminando a diario por las calles, donde el Pueblo se alzó contra las tropas de Thiers. Como lo murmuran las voces del socialismo francés, Louise Michel podría entrar en el Panteón Nacional, al lado de Víctor Hugo y Jean Jaurés. En voz alta, nuestros gobernantes deberían recordar la cuarta Revolución de nuestra Historia.

Cementerio de Levallois. Tumba de Louise Michel. Foto Angèle Savino. Abril 2017

Capitulo 6 – Se encontraron los Sabvinos

Venezuela. 25 de Abril 2013.

4 de Febrero 2008. La marcha de los fascistas por la paz tiene resonancia en Bogotá. Se esperan nuevas liberaciones. El desagravio de Manuel Marulanda sigue vigente, Raúl Reyes aun está vivo. Suena el teléfono. “¿Angèle Savino, es la redactora en jefe de Radio Vaticano, quieres trabajar para nosotros?” No tengo el tiempo de pensar. El tiempo es un gigante reloj, mi vida está suspendida a cualquier llamada de Radio Francia y Radio Francia Internacional. Había pasado la navidad en mi casita de Sarria, esperando la liberación de Ingrid Betancourt, nacida un 25 de diciembre. Sarkozy solo quería traer a Ingrid, la paz era un negocio redondo para el entonces inquilino del Elysée.

En 2001, el proceso de paz en Colombia me interesaba, quería estudiar en La Habana y luego Bogotá, en la Universidad La Javeriana. La voz de mi padre cayó como un rayo. “Si te vas, buscas un trabajo, no cuentes con mi ayuda”. Tenia miedo de no volver a ver a su hija. Yo tenia miedo de no poder viajar en libertad. Imaginar a los gamines hambrientos oliendo pega detrás de la cárcel dorada de la Javeriana, me daba calor frio. Pensar en los viajes hacia Cartagena con miles de bogotanos privilegiados en bus-escolta, me removía las tripas. Quería estar en la selva, quería palpar esta guerra interminable. Hubiese podido conocer a Alexandra, la actual guerrillera holandesa, quien llegó a Colombia para estudiar y se entregó a la revolución alzada en armas. Cambie mi ruta, me fui hacia el Sur. En la universidad pública de Valparaíso, estudie Historia de América latina. De las guerras de Independencia a la guerra del Chaco.

Esta historia mal contada en Europa me empujaba a buscar este despertar ideológico, cuyo epicentro era Venezuela. El país septentrional, la cabeza del caballo libertador, también era receptor de paz. Hugo Chávez quería unir los ríos Magdalena y Orinoco. Nos llama el 31 de diciembre 2007, cuando el pajarraco Alvaro Uribe hizo su golpe contra la paz, con el niño Emanuel que no estaba en manos de las Farc. Somos decenas de periodistas escuchando las palabras pacifistas del Comandante. La mayoria de los enviados especiales se habían ido, ya no había noticia. Las corresponsales de Radio Francia en Colombia pasaban las fiestas en Europa. Estoy sola. El 11 de enero, me encuentro en el lobby del hotel Meliá, esperando. En este remolino de esperanzas, de repente, irrumpe la voz de Hugo Chávez, anunciando la liberación de Consuelo y Clara. Acepte el reto, sin presión alguna, y me convierto en la corresponsal regional de Radio Vaticano, desde Venezuela hacia Centro América. Me permite abrir la mirada hacia la integración continental, y analizar en particular, el conflicto colombiano, que me costaba tanto entender desde Venezuela.

Sierra de Perijá. Foto Angèle Savino 2018

16 de marzo de 2009. Mujeres Yukpa, Bari y Wayuu realizan un encuentro en la Universidad Bolivariana de Venezual (UBV) sobre el tema: “Mujer indígena y territorio violado. El conflicto narrado por ellas”. Allí, conocí a Lucia Romero, su hija Guillermina de Chaktapa, así como Aminta, una valiente luchadora bari de la comunidad de Bakú Bari, que visité en 2011. A raíz de este encuentro que me impacta, decido viajar a la Sierra de Perijá con militantes de varios movimientos sociales. Durante este viaje en abril de 2009, mientras ocurría un temblor en Caracas – tal vez porque el Comandante Chávez se preparaba a regalar Las venas abiertas de América Latina a Obama – mi vida cambia radicalmente en Venezuela. Sabino Romero nos pide ayuda para visibilizar su lucha. Lo escucho, atenta a cada una de sus palabras, rodeado de las hermosas montañas perijeraneras. Está orgulloso de llevar una corona hecha con la fibra local, donde está bordada la palabra Revolución. Yo decido hacer todo lo que está en mi poder para ayudarlo. El quiere viajar a Caracas el 22 de abril, día internacional de la tierra, para ser recibido por Hugo Chávez. El 15 de abril, el Comandante Chávez recibe a Álvaro Uribe, para un intento de reconciliación. En la rueda de prensa, espero tanto hacer la pregunta directamente a Hugo Chávez, pero no estoy seleccionada por el sorteo. En el último momento, escribo en un papel la pregunta que firmé como corresponsal de Radio France Internationale. La periodista de Ultimas Noticias lee la pregunta sin nombrarme. El corazón que escribe no es él de una corresponsal, sino de una periodista que se está enamorando de una causa justa.

Sierra de Perijá. Foto Angèle Savino 2009

28 de junio de 2009. Son las siete de la mañana. Enciendo Telesur. “¡Sacaron a Zelaya en pijama!”, dice el locutor. Chávez no se ha pronunciado aún. Los trabajadores de Radio Francia International están llevando una huelga histórica para luchar contra un plan de despido masivo. Dos meses de silencio radio. La solidaridad entre periodistas y técnicos de sonido es el secreto de su éxito. Los comunicadores no están en huelga oficialmente. Van a su oficina, escriben sus notas, que no se difunden. Los que tienen el poder son los que manejan las transmisiones. Los periodistas dan un día de salario por semana a la caja común para pagar la huelga de los técnicos. Mientras tratan de salvar a RFI, los corresponsales independientes no benefician de esta solidaridad entre los trabajadores de la sede de Paris. No recibo llamadas desde principio de mayo. 

Son las ocho de la mañana. Chávez condena el golpe y envía un equipo de Telesur a Honduras antes de que el país cierre sus fronteras. RFI no cubre el acontecer por el motivo de la huelga, pero Radio Vaticano me llama cada día. Desde Caracas, como Hugo Chávez, denuncio el golpe. Una dictadura se está apoderando del país. Cuando Zelaya intenta regresar en avión, Radio Vaticano me dice : “Un obispo hondureño desaconseja al Presidente caído intentar volver a Honduras, eso para evitar un baño de sangre. Te enviamos la nota de la agencia, si puedes citarlo seria bien”. Mi respuesta es contundente : “No. Si usted quiere mencionarlo en su noticiero, háganlo, pero yo no lo haré.”

Esto fue el punto de partida de mis buenas relaciones con la radio de Benedicto XVI, quien había nombrado a Jorge Urosa Savino, cardenal de Caracas, al llegar a la Santa Sede. Este mercader del templo tiene mi apellido. Pero no tiene mi historia, la de mi abuelo, un hijo de inmigrante italiano, victima del racismo al principio del siglo XX, como hoy lo son los árabes y africanos. Victima de su propia vergüenza de ser extranjero, mi abuelo decidió olvidar su idioma, sus raíces, sólo conservaba su nombre, cuando sus compañeros de clase lo llamaban “rital” para burlarse de él. Como si las casualidades, o causalidades, no fueran suficientes, me mudo hacia la avenida Universitaria, frente a la iglesia San Pedro, en pleno proceso de liberación de los secuestrados por las Farc. En esta capilla, similar a la de Roma, los fieles están acostumbrados a realizar sus cantos de alabanzas hipócritas con parlantes y fuegos artificiales. Los sumisos al poder eclesiástico, que arremeten hoy contra la paz con sus cacerolas, también rezaban por la caída de Chávez durante el paro petrolero.

15 de marzo 2011. Sabino Romero sale de la cárcel. El 15 de mayo es absuelto, después de haber rechazado la orden de firmar en los tribunales cada 15 días, mientras «manos peludas» del poder judicial preparan su sentencia a 15 años de cárcel. Se esconde en un lugar desconocido de Caracas durante un mes, hasta su absolución. Empiezo a escribir mis dos sueños: un encuentro cinematográfico con el Comandante, y un proyecto documental sobre la lucha de Sabino.

30 de junio de 2011. Un seísmo, de una intensidad histórica, ocurre. Hugo Chávez anuncia su cáncer. Paso mis días leyendo a Bolívar esperando sus noticias. Empiezo a escribir un principio de carta al Presidente. A partir de ese momento, utilizo todos los recursos que tenía en mis manos. Decido filmar las ideas que tengo en la cabeza para presentarle el proyecto el día de la inauguración del sarcófago de Bolívar. El 15 de diciembre de 2011, después de la entrega de títulos colectivos a los Yukpas, el 12 de octubre , las violencias incrementan en la Sierra de Perijá. Uno de los hijos de Anita Fernandez, prima de Sabino Romero, queda gravemente herido en esta navidad. Sabino Romero se esconde en su montaña que se convierte en una inmensa cárcel. Lo pueden matar en cualquier momento si sale de Chaktapa. Pero Sabino está protegido ahora por el Buen Gobierno. Hugo Chávez está renaciendo después de su última quimioterapia, estoy renaciendo también. El 17 de diciembre, filmo la ceremonia con las costureras de la nueva Bandera que cubre el sarcófago del Libertador.

La caída del Vaticano empieza por el escándalo de los obispos pederastas. Benedicto XVI, el llamado “Papa de transición” sigue aguantando en su biblioteca de erudito. Los procedimientos de filtración de documentos secretos “Vatileaks”, denominación inventada por el propio Federico Lombardi, termina de hundir la Ciudad papal. Ratzinger continua su viaje por el desierto, en la búsqueda de un milagro para salvar 600 años de dominación eclesiástica. El milagro se llama América latina. 

4 diciembre 2011.

Estimado Presidente Hugo Chávez,

Hace tiempo que pienso en hacer un documental no solamente sobre usted, sino también con usted : un filme relacionando a Bolívar, Chávez y el Pueblo. A mi regreso de Francia, en enero 2011, emergió la idea de filmar el reencuentro del Pueblo con su historia. En este país, érase una vez un presidente que se identificaba con el ideal de Bolívar y un pueblo que se identificaba con ambos. ¿Como relacionar los tres? Construyendo un tríptico. El juramento del Monte Sacro: se percibe una nube en ascensión. Es el sueño del joven Bolívar de liberar América del yugo español. El Paso de los Andes, es el sueño de Bolívar en marcha. Bolívar, arropado con una manta, desciende a caballo. Está al frente de las dificultades. En el cielo, una sombra de Bolívar representa a las victorias futuras. Es el sueño de la Patria Grande. La muerte de Bolívar, la nube descendiente toma la forma de un sueño, cayéndose en la cama del Libertador (…)

«Venezuela…Desde que pise tu tierra me enamoré de tus flores, que llevas en la sonrisa de tus afrodisíacos colores. Fue la bondad de tu ser la que dibujó mis sueños, con pinceladas llaneras y un talismán caraqueño. Estás en mi corazón donde he construido un lecho para el día que me vaya llevarte dentro del pecho”. El día que me despediré de mis hermanos del Sur será doloroso. Escucharé con nostalgia la canción cubana que me llevó a Venezuela, desde otra tierra. Me gustaría conocer nuevos hermanos, poner mis maletas en un lugar, sellar mi pasaporte en la embajada de la utopía. Hoy, diría como el cantante argentino Kevin Johansen : “Sur o no Sur, me gustaría quedarme aquí en mi casa, pero ya no sé cual es”. Como lo soñaba Bolívar, cada Americano debería tener dos patrias: la patria cercana y familiar, donde están enterrados sus muertos, y que fue el teatro de sus primeras emociones, y más allá, una entidad más grande, América. Sus fronteras están diluidas, pero vive en el corazón de los patriotas. La Patria Grande, una utopía en construcción. Angèle Savino.

8 de Octubre 2012. Recibo una llamada de Miraflores confirmándome que mi propuesta de documental había sido recibida por el Comandante. Mi corazón se acelera. Hugo Chávez viaja a Cuba, y vuelve…para despedirse de su pueblo. Venezuela está caminando sobre una cuerda tensa. Es navidad. Estoy en París, pero mi corazón late en Venezuela. Vuelvo a la Patria de Bolívar. Espero hasta el último segundo una señal de vida.

Sierra de Perijá. Foto Angèle Savino 2018

Chávez no llega el 10 de enero 2013 para juramentarse. Tenemos miedo, el Comandante nos prepara a lo peor desde su ausencia. El periodismo se alejó de mi quehacer cotidiano desde dos años, cuando me monté en el barco del Cine documental, sin saber hacia donde me llevaba el Capitán. ¿Hacia el Periodismo, tal vez? Mi compromiso no es compatible con los lineamientos de la hegemonía mediática. El 28 de febrero, Federico Lombardi, anunciaba la renuncia del Papa. También en estos días, vimos la última imagen del Comandante vivo. Durante los dos meses de tensa calma de enero y febrero, me dedico a transformar el guión, y pensar en un documental contado por las hijas e hijos de Chávez. A pesar de la angustia colectiva, agarro fuerza y empiezo a construir un tríptico invertido. El film comienza con el fin del sueño, relacionando la muerte de Bolívar con las dictaduras militares de los años 1970, luego viene el renacer de la consciencia colectiva nuestramericana, donde los juramentos de Bolívar y Chávez se encuentran para dar a luz a revoluciones, y finalmente, termina con la necesaria consolidación actual del sueño comunero.

Cuando renuncia el Papa, hago un juramento. “Si eligen Papa a Urosa Savino, yo me voy al Monte Sacro con Sabino Romero. Juraremos que no dejaremos descansar nuestras almas revolucionarias hasta no ver rotas las cadenas del poder eclesiástico.» Eligen al Papa jesuita Francisco. En mi memoria, vuelven las imágenes de Misiones en Argentina, cuando yo regresaba de las cataratas de Iguazú. Vuelven también las imágenes del Padre Korta, fundador de la universidad indígena del Tauca, quien empezó una huelga de hambre en 2010, frente a la Asamblea Nacional. El incansable luchador jesuita puso su vida en peligro para exigir la liberación de Sabino. El cacique guerrero, encarcelado injustamente por reclamar su derecho a la tierra durante un año y medio, tuvo que enfrentarse al poder de los terratenientes del Zulia. El 15 de marzo de 2011, Sabino sale de la cárcel para continuar la lucha. El gobierno tiene una deuda pendiente : entregar los títulos de tierras colectivas prometidos en 2004, una vez declarado inocente Sabino Romero, el 15 de mayo.

El 12 de octubre 2012, ningún titulo prometido se ha otorgado, pero ocho Yukpa habían sido vilmente asesinados. Entre ellos, Alexander, el compañero de cárcel de Sabino, a quien los sicarios sacaron los ojos antes de ejecutarlo. Un crimen con método paramilitar. La burbuja explota de nuevo, esta vez, bajo el mando del nuevo ministro de comunicación, Ernesto Villegas, nombrado por Chávez para realizar la autocritica necesaria de la comunicación pública. Sabino Romero, invisibilizado, criminalizado, encarcelado, perseguido por los gusanos de la Revolución, aparece por primera vez en la pantalla. Grito de alegría de los colectivos. Chávez no está presente. Descansa después de haber logrado su última batalla, pero no lo dudo, observa. 

3 de marzo 2013. Estoy viendo la obra de teatro “Longanizo” que cuenta los últimos días de la vida de Bolívar. Un Bolívar humano, desmitificado. Es la escena final. El actor menciona un indígena boliviano que lo llamó Longanizo, y luego grita: “¡No soy un hombre perfecto, también cometí errores!” De repente, recibo un mensaje de Zenaida. Su padre fue herido de bala, cuando iba a votar para elegir al cacique mayor del Tokuko. Al llegar a mi casa, me confirman su muerte. Me asomo a la ventana y grito: “¡Paramilitares de mierda, lo asesinaron!”. No tengo tiempo de digerir el dolor, dos días después, Hugo Chávez muere. Pero “los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos”, cantaba Ali Primera. Dos gigantes volaron juntos, el Libertador del siglo XXI y el segundo Guaicaipuro. Sabino Romero, el hijo del Atancha de Chaktapa, golpeado a muerte por los terratenientes en 2008, me dijo en 2012 : «Nosotros estamos nombrando esta Revolución para llevar adelante el proceso del Presidente de la República y el proceso de mi persona también. Yo estoy revolucionando el territorio en la Sierra de Perijá.»

El capitán de Elorza escuchó los lejanos gritos de los indígenas masacrados en la Ribera, en las palabras del Padre español Gonzalo, quien había viajado por el mundo antes de llegar al pueblo llanero para quedarse. Chávez caminaba por el desierto de la reflexión, a orillas del rio Arauca. Veía a los Cuiba navegar, cazar, pescar, pero también los veía pedir limosna, y oía a la gente acusarlos de robar las ropas tendidas en los patios de las casas. Un día, hizo un juramento, otro juramento, frente a una comunidad indígena. Lanzó un tiro en el aire y gritó : “¡Si logro mi rebelión, habrá justicia para los Indios!”

Sierra de Perijá. Foto Angèle Savino 2009

5 de marzo 2013. El seísmo que sacude Venezuela, es mas intenso que en 1812. El compañero Hugo muere. Nuestro encuentro no será posible. Sus hijos e hijas simbólicas me contarán su vida. El dolor sigue pesando sobre nuestros hombros, pero la carga de la lucha futura nos hace cada día mas fuerte. El plomo está en la tierra, en los cuerpos de los que cayeron, pero las alas del renacer crecen, y si el “Hombre es un poco más que un pájaro”, cantaba Ali, entonces volemos con él, con los gigantes humanos que marcaron el camino de la dignidad. Yo me acuerdo de Chávez, este gran militante de la vida, el 17 de diciembre de 2011, citando a Heidegger : «No hay nada mas lleno de futuro que el pasado». También citó a Choquehuanca, descendiente del Inca Huayna Capac, quien dedicaba esta profecía a Bolívar : «Con los siglos crecerá vuestra gloria, como crece la sombra cuando el sol declina.»

Hoy, filmar los “invisibles visibilizados” es parte de mi compromiso como cineasta. Ellos son los héroes anónimos. Ser actor, representar un personaje que es actor de su propia vida, o ser actor de un proceso de cambio, éste compromiso individual reflejado en lo colectivo es el centro de mi reflexión. Mis ojos de periodista observadora se transformaron en ojos de documentalista militante. Hoy, las mujeres yukpa quieren organizarse y crear su propio plan de vida, con la ayuda de mujeres “watia” de Caracas. Esta experiencia tomará tiempo y ayudará a construir la paz en la Sierra de Perijá. Paulatinamente, ellas mismas crearán relaciones con las instituciones del Estado para solicitar los fondos necesarios a sus proyectos auto-gestionados. Así empezó mi lucha con las mujeres Yukpa en la UBV hace 5 años, así continuará.

“Osemma, el dios yukpa de la agricultura, era de cabellera muy larga, cubierta de flores y de granos de maíz. Como no hablaba la lengua Yukpa, usaba una ardilla de intérprete. Vivió mucho tiempo con la tribu, enseñándoles a cultivar la tierra y cuando al fin se fue, dicen los Yukpa que se empequeñeció a tal grado que la tierra se lo tragó y ocurrió entonces el primer temblor.»

Sierra de Perijá. Foto Angèle Savino 2018

Capitulo 5 – Llanura inmensa corriendo como la sangre de los comuneros en la calle de mi infancia…

Venezuela. 2 de Mayo 2012

Sopla un viento de esperanza en mi país natal, en mayo 2012. Las expulsiones de los “sin papeles” vuelven a ser el mayor argumento del Partido Socialista para enfrentar a Sarkozy, las políticas económicas siendo muy parecidas, sometidas a las decisiones de la Troika. Como lo intentó hacer Ségolène Royal en 2007 atacándolo sobre su visita sorpresa a la casa “Corazón de Mujeres”, en el debate televisado final, François Hollande volvió a criticar las políticas migratorias del presidente saliente.

Estoy viajando en la región de los Llanos, la tierra natal del Comandante Chávez. El hijo del Pueblo lucha contra el cáncer en Cuba, mientras camino por las calles de Barinas. Entro en un cyber café, me pongo los audífonos, y miro el último debate antes de la segunda vuelta, entre François Hollande y Nicolás Sarkozy. A veces, suelto comentarios en francés a voz alta. Los empleados de la tienda se ríen. El candidato del Partido de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon no logró su difícil apuesta de derrotar al Frente Nacional. Hizo soñar a los jóvenes durante la campaña electoral, orgullosos de mover la bandera francesa, que nos había robado el fascismo. Pero finalmente, Marine Le Pen, la hija del odio, ganó la apuesta, con 20% de los votos, alcanzando la tercera posición.

Me siento a la vez en Francia, Belleville, y en Venezuela, el Llano. Llanura inmensa corriendo como la sangre de los comuneros en la calle de mi infancia, no invoco tu nombre en vano. Cuando José Martí afirmaba que los pueblos que no se conocen han de darse prisa por conocerse”, no se refería tanto a un reconocimiento entre pueblo y pueblo, sino al reconocimiento de la diversidad interna de cada uno, que constituye el punto de partida de lo nuestro. ¿Porque yo, europea, hablo de lo nuestro, refiriéndome a la identidad latinoamericana?

Avenida Simón Bolívar. Caminaba a lo largo de esta vía en forma de serpiente para ir al parque de los Buttes Chaumont a jugar con mis amigos, o al pediatra que tenía su consultorio allí. Simón Bolívar, este nombre, escrito en una placa, indicaba el nombre de la calle a los transeúntes. ¿Por qué una calle de una zona popular de París tenía el nombre de Simón Bolívar, y al mismo tiempo la estatua ecuestre del Libertador, lucía en las cercanías del lujoso Palais Royal?

Investigando sobre la historia del nombre de esta avenida que llega cerca del metro Jean Jaurés, descubrí que después de la derrota de Napoleón III, en la batalla de Puebla-México en el año de 1862, la calle Puebla se convirtió en calle Simón Bolívar. La Historia, la cuentan los vencedores, eso dicen. Primero Puebla, luego una derrota en Prusia y luego la Comuna de París en 1871. Pueblos alzados. La Comuna ardía no tan lejos de la avenida Simón Bolívar. Fusilados los federados en el Père Lachaise.

Avenida Simón Bolívar, París – Willy Ronis
Cementerio del Père-Lachaise, París – Willy Ronis
    Desfile subiendo hacia el Muro de los Federados

En mi memoria, vuelven las imágenes de las expulsiones de la iglesia Saint-Bernard, a fines de agosto de 1996. Allí, donde la comunera Louise Michel animaba el Club de la Revolución, convivieron tres cientos indocumentados alzados contra el gobierno derechista de Alain Juppé. Los lideres del partido socialista, en la oposición, declamaban críticas en las pantallas de televisión. ¿ Pero realizarían este golpe de timón a la izquierda en materia migratoria, si llegarían al poder ? Los soñadores creíamos que si. En esa época, la popularidad de Le Pen, padre, llegaba a un 15%. Uno no imaginaba posible que el 21 de abril de 2002, pasaría la segunda vuelta…con 17 % de los votos !

Y ocurrió el seísmo. Estudiaba “Historia de las guerras de Independencia” en la universidad “pública” de Valparaíso en Chile. Diez días antes, un seísmo había sacudido a Venezuela. Las imágenes de felicidad de Hugo Chávez volviendo a Miraflores el 13 de abril, se borraban de mi mente poco a poco. Los contornos de la pesadilla se dibujan.

Una pesadilla cada año más real. El fascismo corrió a través de callejones encontrándose con las barricadas de la consciencia comunera. Pero estas edificaciones cayeron. Imaginar la hija del odio cabalgando con la bandera de la nación en la avenida de los Champs Elysées, ya no es un guión de ciencia-ficción. Allí, donde, siendo niña, veía los desfiles del bicentenario de la Revolución francesa en 1989, ¿ podría, un día, Marine Le Pen, desfilar con los tanques, orgullosa de ser presidenta de Francia ? ¿ Ó todavía hay tiempo para realizar la película del golpe de timón ?

Esta tarea incumbe a todos los franceses que quieren ver nacer “una humanidad más humana”, como dijo el poeta Ali Primera. Los movimientos sociales debemos presionar a nuestros gobernantes, aún más si se presentan como los hijos e hijas del socialismo francés. Pero el problema de las migraciones volvió a ser una piedra en el zapato del gobierno socialista de François Hollande. En agosto de 2010, los movimientos y partidos de izquierda se alzaron contra las expulsiones de 93 gitanos por parte de Sarkozy.

Y tres años después, ¿ hacia donde se dió el golpe de timón ? Dos eventos trágicos ocurrieron simultáneamente : mientras se ahogaban centenares de inmigrantes cerca de la isla de Lampedusa, a finales de 2013, Leonarda, una niña de Kosovo, fue expulsada de Francia por las autoridades. Decisión que provocó protestas, luego del escándalo de su detención en pleno viaje escolar. Desde Venezuela, veía a los jóvenes con la dignidad rebelde gritando «Vives aquí, estudias aquí, aquí te quedas. No necesitamos documentos para estudiar».


Capitulo 4 – “Cerrar las venas todavía abiertas de América Latina”

Venezuela. Diciembre 2011

La radio es la herramienta de la invisibilidad. Con los ojos cerrados, uno puede viajar muy lejos, acercarse con facilidad a los invisibles, escucharlos contar sus luchas, sus esperanzas, sus miedos, sus dolores. Pero en el mundo globalizado de hoy, la radio pierda cada vez mas presencia frente al poder de la televisión. Sin embargo, nunca quise ser periodista de televisión. Pensaba que la imagen, siendo un poder, tenía que ser restituida a los de abajo. El cine documental me llamaba la atención, en particular el cine de los invisibles, el cine directo, el cine de Jean Rouch, que los talleres Varan enseñan desde hace treinta años. Como decía el cineasta, “me interesa mas provocar la realidad con la presencia de la cámara, que pretender filmar la realidad tal como es.” En octubre de 2010, fui a París a seguir curso en los talleres Varan, donde realicé un documental, aprendíendo a acercarme a un personaje, cámara en el hombro. Entre adrenalina de la altura y miedo de la caída, Veera trabaja incansablemente sola sobre su hilo, «le fil de la vie», y sueña convertirse en una gran bailarina de cuerda. Hoy, si la radio sigue siendo mi pasión, el cine de la intimidad donde la cámara se vuelve invisible a medida que uno va creando una relación de confianza con la persona filmada, es el cine que me conmueve. Creo que una voz persuade más que una frase entre comillas, pero una voz puede ser anónima, no un rostro. ¿ La cámara puede ser invisible ? Me gustaría que se confunda conmigo misma, que sea como un micrófono discreto”. (Veera sobre la cuerda : https://vimeo.com/264804028)

Cortometraje Veera sobre la cuerda : https://vimeo.com/264804028

Cuando ocurrió conflicto del Tipnis en Bolivia, los pueblos soñadores del mundo no entendían lo que estaba pasando. Un tiempo después, leí un articulo, Reflexiones acerca del proceso de la carretera del TIPNIS, de Isabel Rauber, doctora en filosofía: “La superación de la racionalidad depredadora y consumista implantada por el capital, por un sistema que tenga a la vida en el centro de su racionalidad productivo-reproductiva, implica un cambio civilizatorio, es decir, un cambio en el modo socio-cultural de vida de la humanidad toda. Un solo país no podrá romper con el sistema mundo (…) Esto late en la búsqueda de nuevos paradigmas, horizontes y caminos para el desarrollo en aras del Vivir Bien, cuyas lógicas descolonizadas y descolonizadoras hacen a la concreción de los derechos universales de defensa de la vida humano-natural y sus principios de equidad, complementariedad, interculturalidad, plurinacionalidad, equilibrio, solidaridad. Lo ocurrido con le propuesta y la protesta alrededor de la construcción de la carretera que atravesaría el TIPNIS es un claro ejemplo de ello: de las intenciones y la voluntad de unos y otros, y de lo contradictorio del proceso y sus caminos de transición en los que afloran cada cierto tiempo, en conflictos como este, nuestras incapacidades y capacidades políticas histórico culturales. Esto enseña, una vez más que la transformación social es un proceso de aprendizaje colectivo, en el que está presente la metodología de la prueba y el error. «

En el imaginario colectivo boliviano, queda la frase del martirio Tupac Katari quien dijo antes de morir descuartizado : “Me muero, pero volveré, y seré millones.” El 22 de enero de 2006, Evo Morales pidió un minuto de silencio para Simón Bolívar, Tupac Katari y Bartolina Sosa, proponiendo el encuentro o la reconciliación entre dos sueños de emancipación. Bolivia, la hija de Simón Bolívar, se emancipó de la corona española, pero la estructura colonial del poder se mantuvo. Los pueblos originarios quedaron oprimidos por la nueva República libre e independiente. Evo Morales lucha desde varios años para acabar con este “racismo republicano”. Estaba viajando en Bolivia cuando eligieron al derechista Goni. Morales había perdido frente a los acuerdos de las elites blancas. Yo, blanca, caminaba en las calles de la Paz. La gente bajaba la cabeza cuando pasaba. Sentía que representaba este trauma vivido por los Aymaras. Hoy, nadie baja la cabeza cuando ve un blanco caminar. Pero en este gran Estado Plurinacional, las etnias minoritarias de la selva son a veces desconsideradas por los indígenas de la ciudad. La carga de la deuda histórica pesa sobre los hombros de Evo Morales, porque su elección despertó a los indígenas del continente. Los indígenas no tienen patria. Su patria se llama selva, montaña, río, tierra.

Entrevista con Evo Morales durante la cumbre del Movimiento de Países No Alineados. Isla de Margarita 2016 – Venezuela

elEn Cajamarca, donde Atahualpa fue capturado y ejecutado por Pizarro, hoy, los pueblos se oponen a la apertura de una mina de oro que contaminará las fuentes de agua de la región. Los Mapuche, en Argentina y en Chile, luchan desde 500 años para defender su territorio. Lautaro, el guerrero del Arauco dejó una marca imborrable en la memoria de este pueblo que sufre de la explotación maderera. Cuando Sebastian Piñera lucía frente a las cámaras de televisión para salvar a los mineros (que volvieron a caer en el olvido), los presos mapuche empezaban una huelga de hambre, como lo había hecho la Chepa en tiempos de concertación. A pesar de la movilización internacional, el proyecto Pascua Lama que atravesará los Andes se aprobó…para llenar los bolsillos de la Barrick Gold. En Brasil, los indígenas rechazan la construcción de la represa de Belo Monte. El proyecto no se detendrá porque es necesario para el desarrollo de Brasil, que vivió un gigante corte de luz en 2009 y prepara el Mundial de 2014. Hugo Chávez llamó los países BRICS a convertirse en un polo de atracción en solidaridad con los pueblos del Sur. China invierte en América del Sur y el empresario francés Bolloré invierte en el salar de Uyuni, bajo las condiciones de los Estados que declararon su segunda independencia. Perú firma acuerdos de libre comercio con China. Y Brasil quiere llegar a China, atravesando la Amazonía.

Si es necesario integrar los continentes con puentes, vías fluviales y carreteras para desarrollarse y dejar de ser el patio trasero de los que necesitan las materias primas de América latina, no se puede hacer a costa de algunos pueblos que sufrieron de la brutalidad de los patrones de antes, y ahora se sienten engañados. En Venezuela, los Wayuu, los Bari y los Yukpa defienden el ultimó pulmón verde del Zulia. A veces, los Bari navegan sobre el Río Catatumbo para visitar a sus hermanos de Colombia. Como los inmigrantes, los desplazados, los refugiados, ellos se mueven alrededor de las fronteras. Existen las fronteras culturales e imaginarias de las personas, las fronteras de las decisiones políticas, las fronteras del comercio legal e ilegal. La frontera, es un concepto que podríamos repensar en el contexto de la unión latinoamericana y la unión europea.

Evo Morales es un hombre de paz. Nunca olvidaré su carta abierta del 18 de junio 2008. “Los problemas de cohesión social que sufre Europa no son culpa de los migrantes, sino el resultado del modelo de desarrollo impuesto por el Norte, que destruye el planeta y desmiembra las sociedades de los hombres. A nombre del pueblo de Bolivia, de todos mis hermanos del continente regiones del mundo como el Magreb, Asia y los países de África, hago un llamado a la conciencia de los líderes y diputados europeos, de los pueblos, ciudadanos y activistas de Europa, para que no se apruebe el texto de la «directiva retorno». Tal cual la conocemos hoy, es una directiva de la vergüenza. Llamo también a la Unión Europea a elaborar, en los próximos meses, una política migratoria respetuosa de los derechos humanos, que permita mantener este dinamismo provechoso para ambos continentes y que repare de una vez por todas la tremenda deuda histórica, económica y ecológica que tienen los países de Europa con gran parte del Tercer Mundo, que cierre de una vez las venas todavía abiertas de América Latina.”

A pesar de sus errores, Evo Morales pudo encontrar un acuerdo dialogando con sus hermanos Guaranis. En Cajarmaca, el proyecto fue suspendido, pero el conflicto sigue. El estado de emergencia fue decretado para evitar una masacre, como ocurrió en Bagua, el día internacional del ambiente, el 5 de junio de 2009. La mina representa una fuente de ingreso esencial para el desarrollo de Perú, cuya economía depende de la actividad minera. Ojalá Ollanta Humala logre establecer un dialogo con los afectados, diferenciándose de su predecesor. Cuando Hugo Chávez suspendió los estudios para abrir nuevas minas de carbón en el Socuy, los indígenas de la comunidad de Wayuumana celebraron su decisión.

¿Cuál es el modelo de desarrollo necesario para nuestra madre tierra? Siento que deberíamos inspirarnos en la sabiduría indígena, esta riqueza espiritual que nos dejaron los primeros pobladores de América. Los indígenas tienen una concepción del tiempo distinta a la nuestra. El futuro esta detrás de ellos, no lo conocen, incluso le temen. El pasado, representado por sus ancestros, está adelante, es el camino a seguir.

En 2004, Hice un viaje a México, Oaxaca, donde conocí a Miguel y Leonor, dos jóvenes indígenas que luchaban desde el espacio de la radio comunitaria Guelaguetza, que significa “ayuda mutua” en Zapoteco. Los padres de Miguel habían emigrado a Estados Unidos. Eran campesinos explotados. Leonor vivía en San Isidro de Aloapan, un pueblo víctima de la violencia paramilitar, atravesado por el Plan Puebla Panamá. Este verano, centenares de indígenas bajaron de los cerros que rodean Oaxaca, en plena fiesta de la Guelaguezta. La celebración, que se hacia tradicionalmente en las montañas, se había convertido en una gran mercancía donde los indígenas desfilaban para mostrar sus bailes a los turistas, en un estadio. Las elecciones favorecían la sucesión de un nuevo corrupto en la Gobernación. Se quedaron dos meses acampando en el Zócalo, hasta que la policía los desalojo brutalmente, y encarceló quince compañeros. Leonor y Miguel pudieron salir bajo fianza, e inmediatamente, organizamos un viaje a Europa a pedir ayuda para la liberación de sus camaradas. Recorrí con ellos los corredores de la Comisión Europea, mostrando las fotos de la violencia a los diputados y los representantes de la ONU en Ginebra. No fue suficiente. Todo fue engavetado. Fue gracias a la venta de bueyes y artesanías que los indígenas pudieron sacar a los prisioneros de la cárcel.

Hugo Chávez no es un ser invisible. Un día 4 de febrero salió de la invisibilidad para ser la expresión de un pueblo invisibilizado. Durante varios años, lo observe en el programa Alo Presidente, en eventos internacionales, campañas electorales y ruedas de prensa. Al principio, lo escuchaba como reportera, atenta, afín de sintetizar sus palabras, con mi lápiz y mi grabadora. Paulatinamente, me acerqué a un personaje, empecé a ver sus emociones, a leer detrás de sus palabras. Podía sentir cuando estaba triste, inquieto, enojado, y también cuando en sus ojos se veía la felicidad, la emoción de un hombre abrazando a jóvenes ciegos cantantes. Este día de la juventud, lloré con el Presidente. Pensaba en Aladji, mi hermano invidente de Senegal que fue campeón paraolímpico varias veces. Llegó a Francia cuando tenía tres meses, perdió la vista a los cinco años por una enfermedad. Mi madre, quien era su maestra, le enseñó a recordar los colores y los elementos de la naturaleza antes de que perdiera la vista definitivamente. Solo obtuvo la nacionalidad francesa a los veinticuatro años, pues era un requisito indispensable para poder participar en el campeonato nacional de atletismo para discapacitados. El siempre me pregunta : “ ¿Angèle, cuando voy a conocer al compañero Hugo ? ”

Entrevista con Rafael Correa durante la cumbre del Movimiento de Países No Alineados. Isla de Margarita 2016 – Venezuela

Capitulo 3 – Huelga de mujeres indocumentadas : Las trabajadoras exigen su regularización

París. 27 de junio 2008

Los hijos y las hijas de mis amigos que estaban protegidos por el derecho de asilo, hoy corren riesgos. Hay 200 000 personas que no quieren vivir mas con el miedo de estar expulsados, que tienen años trabajando al servicio de los franceses, haciendo el trabajo sucio, limpiando las casas particulares, lavando la losa en las cocinas de los restaurantes de lujo, construyendo edificios, etc. Hoy reclaman sus derechos, ya no quieren ser invisibles. Ellos mismos inscribieron sus nombres en la lista de regularización, para tener el derecho de trabajar en toda legalidad, pagando impuestos y recibiendo un salario digno. Pero Nicolás Sarkozy no quiere regularizar la masa de extranjeros que contribuye al crecimiento económico de mi país. El presidente fue seducido por la política de Positive Action en Estados Unidos : la inmigración escogida.


“Regularización de las trabajadoras indocumentadas sobre explotadas”. Foto Angèle Savino. Ópera Bastille. Paris Junio 2008.

Mi madre trabaja en la casa hogar “Corazón de Mujeres” que ayuda a salir de la exclusión a mujeres de la calle. Muchas son extranjeras, refugiadas de países africanos destruidos por las guerras civiles, sin noticias de sus hijos, perdidos durante los enfrentamientos. Ella y sus colegas no hacen solo un trabajo de reintegración, también pelean desde años para que estas mujeres obtengan su cédula de identidad. En febrero 2007, en plena campaña presidencial, Nicolás Sarkozy hizo una visita especial a esta casa con una decena de periodistas. Abrazó algunas, y les dijo :  «que bello lo que hacen allí, voy a tratar de ayudarles, estas mujeres merecen un tratamiento especial «. Un año después, todas han obtenido su cédula, y las luchadoras sociales se alegran que el presidente haya respetado sus palabras. 

Pero, ¿ Qué sucede con los demás ? Los que no corresponden a los criterios  de Sarkozy, los que no tienen la cara del «buen» extranjero integrado ? Los que no hacen llorar a los franceses frente al noticiero ? El presidente, que creó un ministerio de la Inmigración y de la Identidad Nacional, se fijó el objetivo de expulsar a 25 000 extranjeros cada año, a penas elegido. Les obligan a subir a bordo de aviones comerciales, al lado de los turistas que van a disfrutar de los bellos paisajes africanos o asiáticos. Países que todavía sufren de las secuelas de las guerras civiles, donde dictadores, disfrazados de demócratas, reciben plata para acoger a estos nuevos extranjeros. Muchos han dejado su país, hace años, prometiendo un mejor porvenir a sus familiares. La mayoría sobreviven en edificios ocupados, otros amontonados en hogares construidos cuando el país todavía abría sus brazos a los inmigrantes. Comen en cantinas populares, y envían la mitad de su salario a su familia. Esto es la realidad que ocurre, no sólo en Francia, sino también en muchos países de Europa.

Los dirigentes europeos han firmado un acuerdo para tener las mismas reglas de expulsión. La “directiva del retorno”, renombrada con razón  “directiva de la vergüenza” por Evo Morales, permitirá encerrar a los inmigrantes, durante un año y medio, en los centros de retención, antes de expulsarlos. Allí, están tratados como animales, donde los vigilantes dan carne de cochino a los musulmanes, para pisar su propia dignidad religiosa. Y qué casualidad, el principal centro de retención de París, se encuentra al lado de un parque zoológico, Vincennes. Para protestar contra la ley aprobada el 18 de junio pasado, los indocumentados quemaron sus colchones y todo el edificio quedó destruido, el 22 de junio. Todos fueron trasladados a otros centros del país. El gobierno acusó a los militantes de izquierda de fomentar la rebelión.

Pero RESF logró incentivar la conciencia de los «sin papeles». Por primera vez, centenares de extranjeros se atreven ahora a mostrar su cara. Quieren trabajar legalmente, quieren ver a sus hijos crecer en una República, digna de este nombre. El 28 de junio, decido participar en una manifestación de trabajadoras indocumentadas : mujeres dignas con el piquete levantado, mujeres de Europa del Este, de África, de América latina, de pie, sin miedo, gritando : ¡»Vivimos aquí, trabajamos aquí, nos quedamos aquí !».


“Limpiar, cocinar, cuidar a los niños, ayudar a los pensionados…¡es trabajo! Queremos nuestros derechos ¡ Dejemos de ser invisibles”
Ópera Bastille. Foto Angèle Savino. Paris Junio 2008.

Este día también se siente el aire del verano, el sol se refleja en las ventanas modernas del Opera Bastilla, este barrio de París, donde estalló la Revolución francesa. Siento el efecto «espejo» estudiado por RESF. Siento tanto dolor al ver que el gobierno sigue expulsando mis hermanos, a pesar de las movilizaciones.

Los jefes de Estados europeos no saben como solucionar el flujo constante de migraciones hacia el viejo continente. No han asumido los efectos de la descolonización. La mayoría de los países africanos y asiáticos, han negociado la construcción de una falsa democracia, basada en el perverso concepto de neo-colonialismo. Los africanos fueron sacrificados para ayudar a los Europeos en sus peores momentos, huyeron de guerras civiles, dictaduras, genocidios.

Buscaron el Eldorado, atravesando mares y desiertos, pagando los intermediarios, dejando hij@s, padres, madres, para esconderse durante años. Como bien lo escribio Jean-Paul Sartre en prologo de los Condenados de la Tierra, de Frantz Fanon, “La violencia colonial no se propone sólo como finalidad mantener en actitud respetuosa a los hombres sometidos, trata de deshumanizarlos. Nada será ahorrado para liquidar sus tradiciones, para sustituir sus lenguas por las nuestras, para destruir su cultura sin darle la nuestra; se les embrutecerá de cansancio. Desnutridos, enfermos, si resisten todavía al miedo se llevará la tarea hasta el fin: se dirigen contra el campesino los fusiles; vienen civiles que se instalan en su tierra y con el látigo lo obligan a cultivar para ellos. Si se resiste, los soldados disparan, es un hombre muerto; si cede, se degrada, deja de ser un hombre; la vergüenza y el miedo van a quebrar su carácter, a desintegrar su personalidad.”


Niño francés sobre las espaldas de
Un hombre indocumentado. Manifestación
contra la ley de Sarkozy que permite a los policías
buscar a los niños indocumentados en la escuela para expulsarlos de Francia con sus padres. Foto: Angèle Savino. Paris 2006.

Mis hermanos no pueden irse, compartí con ellos tanta alegría en mi pequeña Belleville. Lloro cada vez que recuerdo los años de solidaridad que marcaron mi niñez, cuando todos jugábamos juntos en el parque, en la calle, en el patio de la escuela. Cuando mi madre, maestra de preescolar en el barrio, enseñaba a leer a los muchachos, todos orgullosos de gritar nuestro lema : Libertad, Igualdad, Fraternidad.

Capitulo 2 – Un abuelo chino violentado a la salida de una escuela de Belleville, en Paris.

Venezuela. Marzo 2007

Falta a penas un mes antes de las elecciones presidenciales, los sondeos de opinión ven a Sarkozy como el gran ganador, y los medios de comunicación quedan atrapados en su manipulación. Nos quedan pocas ilusiones. Pero tenemos que actuar rápido, tenemos que denunciar la política xenófoba aplicada por el ministro-candidato. Estoy en Venezuela, el sol brilla, Hugo Chávez fue elegido por segunda vez en diciembre. Le toca la tarea titanesca de inventar el socialismo bolivariano, junto con el pueblo. No soy exiliada política, decidí estar aquí. Pero me duele mi país natal.

El arresto de un abuelo chino que iba a buscar a sus nietos en una escuela primaria del barrio Belleville, provocó una fuerte reacción de protesta. Una maestra fue arrestada por insultar a un policía, y varios padres franceses, cuyos hijos eran amigos de los niños amenazados, se acostaron en la calle para que los policías no se lleven el abuelo en su carro. En mi escuela del “104 Belleville”, este barrio multiétnico donde nací y crecí, éramos una minoría de blancos. Todos mis amigos eran refugiados de África o Asia. Me acuerdo de mi amiga Dienaba, de Senegal, que vivía en un apartamento del tamaño del mío, pero con 15 hermanos. Me acuerdo de Anna, mi amiga de Camboya, que vivía al lado de la escuela, en una sola pieza con su familia. Se graduó y ayudó a sus padres «sin papeles» que lucharon para que su hija se salve de la exclusión. Obtuvieron una alojamiento social en una torre de las afueras de París, después de años de lucha. Me acuerdo de mi amiga Inés, mi vecina de la calle Belleville. La flaquita de Túnez, que prefería jugar al fútbol con los chicos que con una muñeca. Hoy, es profesora de deporte y madre de una linda niña. Me acuerdo de Samir, Khalid, Sahar, Abdelssamad, Lynda, mis amigos de Argelia de la escuela primaria. Todos franceses, todos hermanos.

La Red de Educadores Sin Fronteras (RESF) trabaja sin descanso para ayudar a las familias amenazadas de expulsión. Las asociaciones son ahora el único vínculo que queda entre los ciudadanos para enfrentarse a la política monstruosa de Sarkozy. Los políticos de izquierda que sólo saben mostrar su cara un minuto en las primeras filas de las marchas para que les tiren una foto al lado de un “sin-papel”, hacen declaraciones muy tímidas, para no poner en riesgo su puesto de diputado o de alcalde. La lucha de RESF es la mejor prueba de que sí, se puede actuar desde abajo. Después de haber coordinado la realización de una película con l@s hij@s de indocumentad@s, que fue difundida en todo el país, la red inició una investigación, que se llama el efecto «Espejo» de la expulsión de los niños «sin papeles» : la idea es analizar como las violencias ocurridas en las escuelas, provocan profundos choques psicológicos en la sociedad, especialmente los profesores, padres de alumnos y los mismos compañeros de clase que comparten el cotidiano de los inmigrantes.

Cortometraje “¡Dejenlos crecer aqui! https://www.youtube.com/watch?v=6rN-1JmbduY


Manifestación contra la ley de Sarkozy que permite a los policías buscar a los niños indocumentados en la escuela para expulsarlos de Francia con sus padres. Fotos: Angèle Savino. Paris 2006.

Capitulo 1 – Bajo Pétain* oculto a un judío, Bajo Sarkozy oculto a un indocumentado

Venezuela – 1ero de Julio 2006

Es un sábado de verano, mi primer regreso a Francia después de ocho meses en Venezuela. Me reencuentro con un país en total euforia, impaciente de volver a ganar contra Brasil. El sol brilla, la felicidad de los franceses se siente en la víspera de las vacaciones. Pocos saben lo que acaba de ocurrir : Nicolás Sarkozy, entonces ministro del Interior, ha impuesto una ley migratoria, que autoriza a los policías a buscar a los niños indocumentados a la salida de su escuela, para expulsarlos de Francia, juntos con sus padres. De repente, la historia del fascismo regresa como un boomerang : un nuevo golpe, después del 21 de abril del 2002, cuando Le Pen llegó a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.

Este primero de julio, una inmensa marcha de padres, madres e hij@s «sin papeles», llena las avenidas parisinas, apoyados por asociaciones de defensa de los derechos humanos. Para rechazar esta ley gravísima, se moviliza también la Red de Educadores Sin Fronteras (RESF). Maestros y padres franceses deciden apadrinar a los niños amenazados. Nicolás Sarkozy, supo utilizar el miedo de los franceses después de las rebeliones en los suburbios desfavorecidos en noviembre 2005, para poner en practica una política netamente racista, «justificada» por una frase que un primer ministro socialista soltó en los años 1980 : «No podemos acoger toda la miseria del mundo», dijo Michel Rocard, sin tomar medidas en ese momento, pero anunciando lo que aplicó la derecha 20 años después.

Hugo Chávez, en algún momento habló de la resurrección bolivariana, a fin de ayudar el pueblo venezolano a ser orgulloso de su historia, de sus próceres, de su arte, de su tradición. ¡Ya basta de invisibilidad! dijo el pueblo. Yo venía de un país donde la juventud paralizada no sabia qué inventar para desviar el viento reaccionario. Algunos buscaban nuevas formas de militancia mas allá de los partidos y sindicatos, desde la creatividad de los movimientos sociales, como el colectivo Jueves Negro que utilizaba el humor para criticar la especulación inmobiliaria, la Brigada Activista de Payasos que se burlaba de la policía represiva, o la Red de Educadores Sin Fronteras, que luchaba para apadrinar niños amenazados de expulsión.

Cuando me monté en el avión para irme a Venezuela, los suburbios de Paris estaban en llamas. Miles de carros quemaban en París. “¿Arde Paris”?, como dice el titulo de la película que narra la liberación de París de las tropas nazis durante la segunda Guerra Mundial? Vivíamos una situación surrealista, parecida a la rebelión de Mayo 1968. Esta vez, no eran los estudiantes hippies alzados contra el orden establecido, sino jóvenes franceses de origen extranjera, alzados contra la exclusión, vivida a diario. Salieron de sus bloques (construidos para y por sus abuelos, cuando Francia necesitaba mano de obra barata, al salir de la guerra), expresando su ira contra la «guetoización» de la tercera generación de inmigrantes. Al igual que en el 1968, el orden ganó, después de tres meses de estado de emergencia.

Pero este germen de indignación de la tercera generación de inmigrantes no se sumó a otros sectores de la sociedad. Era un ¡basta ya! espontáneo de los excluidos que provocó reacción y racismo de la población por su carácter violento. En Venezuela, me preguntaban si había una invasión árabe en Paris. Les respondía : “ ¡no! son ciudadanos franceses, hijos de inmigrantes, pero no tienen los mismos derechos que nosotros.” Estos jóvenes no están amenazados de expulsión, porque beneficiaron del derecho histórico que decía «si naciste aquí, eres francés». Hoy, Nicolás Sarkozy quiere imponer el derecho monárquico de la sangre, mandando al abismo nuestros valores revolucionarios.

Estoy feliz de instalarme en Sarría, un barrio de Caracas que me recuerda Belleville. Llego a una Venezuela en plena reconstrucción de su identidad. Al principio, cada vez que escucho hablar de Patria me tapo los oídos, no quiero saber nada de patria. En esta palabra resuena el odio, la xenofobia, la soberbia. No entiendo todavía que es necesario impulsar el renacer de una cultura de una gran riqueza, negada, arrinconada en las remotas regiones del país, una cultura destruida por el descubrimiento del petróleo, la modernidad, el éxodo rural. Paulatinamente, entendí el sentido de la palabra revolución cultural, esta trascendencia ineludible, escrita en el Libro Rojo que hizo soñar a mis padres, estudiantes y obreros unidos en las calles ardientes del barrio latino. “Las taras del pasado se trasladan al presente en la conciencia individual y hay que hacer un trabajo continuo para erradicarlas”, decía Ernesto Che Guevara.


“No a las expulsiones. Un alojamiento para todos” Foto: Angèle Savino. Paris 2006.

*Pétain fue un dictador francés (1940-44) quien firmó un acuerdo con Hitler para mandar los Judios de Francia a los campos de concentración